En Guatemala existen muchos microclimas- desde las cadenas montañosas a las llanuras- y eso, junto con el variado régimen de lluvias y los ricos suelos, da origen a un café con una enorme gama de sabores.
El Café de Guatemala Volcán , se cultiva en las laderas de los volcanes guatemaltecos de la zona de Antigua (1.300 -1.600 msnm). El café madura a la sombra de ciertos árboles, ya que éstos provocan una atmósfera perfecta para el desarrollo del café, además de enriquecer el suelo y proteger el fruto de las lluvias. La cosecha del café se lleva a cabo de forma manual, se recolectan sólo las cerezas maduras, después pasan a la despulpadora para quitarles el pellejo, el grano cubierto de mucílago pasa a los tanques de fermentación, donde están sumergidos en agua (unos dos días) hasta eliminar toda la pulpa y por último los granos envueltos en el pergamino pasan al exterior para que se sequen sobre el suelo de cemento, dándoles la vuelta para un secado homogéneo. Del patio, el café se lleva a secar a baja temperatura para que tenga el grado de humedad correcta. Una vez secos y sin pergamino, los granos se clasifican por tamaño, color del grano etc., y se vuelven a seleccionar a mano pasando por una cinta, donde se quitan las últimas imperfecciones, y todo esto para conseguir un café de excelente calidad, de un intenso aroma, cuerpo equilibrado y fina acidez, que hacen de este café uno de los más apreciados del mundo.